LA DIETA 3×1 PARA CONTROLAR LA DIABETES

410260c781a880a64f1699565c0032dcLa Dieta 3×1 que se sugiere en el libro Diabetes Sin Problemas (El Control de la Diabetes con la Ayuda del Poder del Metabolismo) en realidad es un plan de alimentación diseñado para restaurar el metabolismo.  Los problemas tanto de la diabetes como de la obesidad son en realidad problemas de desajustes metabólicos que involucran al sistema nervioso y hormonal del cuerpo.  Detrás de cada diabetes descontrolada o de cada persona obesa existen unos desbalances en la alimentación que la misma persona está creando a falta de información correcta sobre las proporciones que debería consumir de cada uno tipo de los tipos de alimentos: proteínas, grasas y carbohidratos.

El énfasis de la Dieta 3×1 es proveer una forma simple y fácil de entender de cómo lograr un balance adecuado entre proteínas, grasas y carbohidratos tomando en consideración el hecho de que cada tipo de alimento que se ingiere tiene cierto impacto sobre el sistema nervioso y sobre el sistema hormonal.  La diabetes, según se define en todos los diccionarios médicos,  es un “desorden metabólico” y como tal necesita regularse el metabolismo para controlar la diabetes.

Por otro lado, es una pena que tengamos que utilizar la palabra “dieta” para explicar este tema. Esto es debido a que “dieta” es una palabra contaminada con las experiencias negativas de pasar hambre, sufrir por no poder comer lo que a uno le gusta, tener múltiples prohibiciones de “no comas esto ni aquello” más mil otras “opiniones expertas” muchas de las cuales además de que se contradicen entre sí no conducen a un buen control de la diabetes ni a bajar de peso de forma permanente para los que lo necesitan.  Las sugerencias y recomendaciones de comer 6 u 8 pequeñas comidas durante el día, contar calorías, hacer más ejercicio aunque uno se sienta sin energía para mover el cuerpo, todas están basadas en una teoría que se aplica desde hace más de 40 años que señala al consumo excesivo de calorías no sólo como el causante de la obesidad sino como la solución al control de la diabetes.  Bueno, perdonando mi irreverencia a los expertos y como dice la biblia “cada árbol por su fruto se conoce”.

De hecho, la palabra “dieta” proviene del griego dayta, que significa “régimen de vida”.  Con el tema del metabolismo lo que se está tratando de lograr en este libro es mejorar lo que yo llamo el “estilo de vida” a través de proveerle al lector los conocimientos sobre cómo funciona su cuerpo y los hábitos (hidratación, selección y proporción de los alimentos, descanso, ejercicio y otros) que le pueden restaurar la producción natural de energía que crea su metabolismo para con ella lograr controlar la diabetes.

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CONTAR CALORÍAS FUNCIONA SÓLO PARA ALGUNOS

En los centros NaturalSlim (www.rebajar.com) por más de 15 años y de forma rutinaria hemos obtenido resultados excelentes con los diabéticos que vinieron donde nosotros para adelgazar.  Sin embargo nunca utilizamos el conteo de calorías porque al tratar el metabolismo de una persona con desajuste metabólico, como los obesos y diabéticos, simplemente no responde bien a una dieta baja en calorías.

El concepto básico sobre la teoría de las calorías es que los alimentos son solamente una fuentes de energía (un combustible) y que esa energía se puede medir.  Esto es una verdad ya que los alimentos, al igual que toda la materia que nos rodea, incluyendo las partes de nuestro cuerpo, están formados de materia compuesta de energía (átomos, electrones y protones) como se estudia en la física[1].   Toda la materia está formada de energía, de eso no hay dudas.  Basados en esta teoría de las calorías se asume que toda persona que esté sobrepeso tiene que ser solamente debido a que está ingiriendo muchas más energía (calorías) que lo que está consumiendo su cuerpo por lo cual el cuerpo almacena el exceso de calorías en forma de grasa y que esto es la única causa de la obesidad.  Es un planteamiento razonable si consideramos la posibilidad de que el cuerpo humano es un tipo de caldera a la que se le añade demasiado carbón como combustible al punto que el exceso de carbón “engorda a la caldera” porque se acumuló al no lograse quemar en su totalidad.  Si esta conclusión fuera totalmente verdad bastaría con reducir las calorías (energía) que se le suplen al cuerpo y una persona no fallaría en adelgazar.  Pero en la realidad esto no funciona así para una buena parte de la población que padece del llamado “metabolismo lento”.

Es cierto que una persona puede comer de más y engordar.  Pero si este fuera el único factor causante de la obesidad o del descontrol en la diabetes entonces bastaría con reducir las calorías, poner la disciplina adentro, pasar un poco de hambre y el cuerpo no tardaría en adelgazar mientras que también se controlarían los niveles de glucosa de un diabético.   Bueno, siento decirle que no sucede así.  Yo fui una persona obesa desde niño y traté todas las dietas habidas y por haber.  De hecho me pasé más de la mitad de mi vida haciendo distintas dietas, contando calorías, tratando de hacer ejercicio aunque no tenía mucha energía.  Estuve “bajando y luego subiendo de peso como un yo-yo” después de cada dieta.  Ya a los 40 años de edad yo tenía más de 50 libras (22 Kgs) de sobrepeso, padecía de alta presión, alto colesterol, altos triglicéridos, estaba siempre cansado, deprimido y sin energía.  Para colmo también me diagnosticaron una pre-diabetes porque la glucosa de la sangre estaba en un rango de casi diabetes.   Esto me pasó antes de que descubriera el tema del metabolismo y me pusiera a investigarlo.

La teoría de las calorías tuvo sus inicios con personajes antiguos como el médico internista alemán especializado en diabetes, dieta y metabolismo, Dr. Carl von Noorden, quien a principios de los años 1900 argumentaba que la única razón para engordar era consumir más calorías que las que habíamos gastado.  Todos los esfuerzos por traer la verdad al tema de la obesidad y a su relación estrecha con la diabetes, que de alguna forma haya sugerido que deben existir algunos otros factores además de comer excesivamente o de tener una vida sedentaria, han sido invariablemente atacados como “tonterías”. Esto ha sido así mientras que han continuado creciendo sin control las epidemias de obesidad y de diabetes,    En el tema de la insistencia en el conteo de calorías como única solución a la obesidad y al control de la diabetes aun cuando los resultados brillan por su ausencia y las crisis sociales que traen estas condiciones se agudizan, se enfatiza solamente los aspectos de la ciencia física[2] del asunto que se reduce a:

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O sea, al formular la teoría de las calorías no se tomó en cuenta la biología[3] del cuerpo humano. No se toma en consideración el hecho de que el cuerpo humano posee vida por lo cual reacciona y se adapta de forma muy distinta a lo que pasaría con una caldera compuesta de una materia sólida y biológicamente muerta como lo es el acero.  En la física de una caldera de acero que quema carbón para producir el vapor que a su vez mueve el motor de un tren esta secuencia sería bastante cierta:

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En la vida real el cuerpo humano, que es un organismo vivo no se comporta como una caldera o como un motor, por lo cual la teoría de las calorías, por lógica que suene, no ha dado los resultados esperados.  Para entender mejor el concepto que existe detrás de una dieta basada en reducir las calorías hace falta ir al origen de donde se inició esta teoría.  El término “caloría” viene del francés que a su vez se originó del latín “calor”.  En efecto una caloría es una medida de calor.  Fue un término creado por el profesor francés Nicholas Clément alrededor del año 1819 para describir y calcular la física de la conversión de la energía que contenía el carbón al quemarse dentro de una caldera para lograr calentar el agua al punto de convertirla en vapor y así lograr mover el motor de un tren.  O sea, fue un término creado para calcular la energía que podía producir el carbón al quemarse dentro de una caldera.   Una caloría se define como la cantidad de energía que se necesita para subir la temperatura de un kilogramo (2.2 libras) de agua desde 0 hasta 1°C (grado centígrado o grado Celcius)[4].  Aunque el término “caloría” se originaba en la física de los motores de vapor por mucho tiempo fue el único término disponible en los diccionarios para describir la energía y fue así que el químico americano Wilbur Olin Atwater lo encontró y lo utilizó por primera vez alrededor del año 1875 en relación a sus estudios sobre nutrición y metabolismo humano. Atwater fue el primero que creó las tablas de los valores nutricionales de los alimentos y desde ese entonces el término caloría pasó de medir la energía de una caldera de vapor a medir la energía que un alimento podría suplirle al cuerpo humano. Atwater fue un pionero que estableció los cimientos para la ciencia de la nutrición en los Estados Unidos. (Hargrove, History of the Calorie in Nutrition, 2006))

De seguro cada uno de nosotros conoce a por lo menos una de esas personas bien delgadas que parecen poder comer todas las calorías que deseen, de los alimentos menos recomendados (azúcar, dulces, postres, refrescos azucarados, pan, pizza, harina, chocolates, etc.), y que simplemente, coman lo que coman, no engordan.  También, si hemos sido observadores sin perjuicios, puede que conozcamos personas que comen muy poco y sin embargo engordan con gran facilidad o se les hace dificilísimo adelgazar (lo que llamamos “metabolismo lento”) aunque cuenten calorías y pasen hambre.   O inclusive es posible que usted misma o mismo sean uno de esos casos de los que padecen de un “metabolismo lento” al punto donde le parece que “yo engordo hasta de mirar la comida”.

El estudio sobre el metabolismo del cuerpo está motivado por la observación de lo que produce RESULTADOS POSITIVOS medibles y no se aferra a ninguna teoría.  Es un punto de vista práctico que reconoce que el cuerpo humano es un organismo vivo que reacciona a cada alimento de forma distinta y no necesariamente basado en su contenido de calorías.  O sea, es verdad que el metabolismo tiene que ver con la creación de ENERGIA del cuerpo y que esa energía es la que sostiene y permite la vida del cuerpo.  Pero, cuando observando el metabolismo del cuerpo de una persona empezamos a reconocer que de la misma forma que ninguno de nosotros es exactamente igual a ninguna otra persona todas las calorías no son iguales a todas las otras calorías.  O sea, que no es verdad que 100 calorías de vegetales sean igual a 100 calorías de donas e igual a 100 calorías de pechuga de pollo e igual a 100 calorías de arroz e igual a 100 calorías de queso e igual a 100 calorías de cualquier otro tipo de alimento.  Que además del valor nutricional el impacto de cada tipo de alimento a los sistemas nervioso y hormonal del cuerpo humano debe observarse y diferenciarse.  Que el cuerpo humano está vivo y que por tal razón reacciona de distinta forma a distintos alimentos y que la reacción de cada cuerpo es individual ya que hay alimentos que a Juan le vienen muy bien pero que el mismo alimento a Pedro le puede causar un efecto negativo.  Por ejemplo, para algunos de nosotros la proteína llamada “gluten[5]” que contiene el trigo (pan, harina, galletas, pizza, etc.) y algunos otros granos nos produce una reacción hormonal negativa que nos hace engordar y a algunos diabéticos le descontrola los niveles de glucosa en la sangre.  Siento también decirles, sobre todo a mis amigos mexicanos (consumidores de tacos), venezolanos o colombianos (consumidores de arepas) y a otros que por su cultura tienen una alimentación basada en el maíz, que para algunos de ustedes el consumo de maíz les hará imposible adelgazar o controlar su diabetes.  Hay una porción de la población que es intolerante al maíz y sus cuerpos reaccionan con un descontrol hormonal en su producción de insulina, glucagón, adrenalina y cortisol cuando consumen maíz o alimentos a base de ese grano (el maíz no es un “vegetal” es un grano).  A otros la carne roja les sienta muy mal, les engorda y les descontrola la diabetes mientras que a otros de nosotros la carne roja nos hace sentir con energía y nos adelgaza e inclusive nos ayuda a estabilizar los niveles de glucosa para controlar la diabetes.  Lo mismo pasa con la grasa que para unos es muy dañina y para otros es esencial. El contenido de calorías de un alimento no nos dice que reacción tendrá ese alimento sobre nuestro cuerpo.

Los efectos que cada alimento podría tener sobre su propio metabolismo y sobre el control o descontrol de su diabetes se los explicaré mejor en el capítulo titulado “Personalizando La Dieta 3×1”.  Dese cuenta de que “todos no somos iguales” por lo cual le toca a usted adaptar toda esta información a la realidad especifica de su propio cuerpo y condiciones de salud que definitivamente no puede ser igual a la realidad de ninguna otra persona.

Desde el punto de vista de la ciencia del metabolismo la comida es “energía potencial” de la misma forma que el petróleo tiene que primero ser procesado para convertirse en el combustible llamado “gasolina” que luego un motor puede utilizar como fuente de energía para convertirla en movimiento.  Para mí la comida sería como el equivalente al petróleo o combustible primario sin procesar del cuerpo.  Con la ayuda de los múltiples procesos del metabolismo (digestión, absorción, conversión) la comida se convierte en un combustible biológico utilizable que es equivalente a la gasolina para el motor de un carro.  Una vez la comida es procesada y los nutrientes que ella contiene son asimilados por las células del cuerpo con la ayuda del metabolismo es que entonces se produce la energía que sostiene la vida.

No tengo nada personal en contra de los nutricionistas, dietistas, catedráticos ni médicos que promueven el control o la reducción de las calorías como único método para adelgazar o para controlar la diabetes.  De hecho tengo amistad con muchos de ellos y admiro sus conocimientos para preparar dietas especiales para mujeres embarazadas, pacientes en los hospitales, pacientes con problemas renales (problemas de los riñones), personas con alergias y otros.  Tampoco tengo nada en contra de los especialistas en ejercicio físico que insisten en que basta con aumentar nuestro nivel de ejercicio físico para adelgazar, controlar la diabetes y mejorar la salud.  Inclusive, estoy plenamente convencido de que el ejercicio físico es una forma eficiente de alargar la vida y la salud de una persona con diabetes o sin diabetes.  No obstante he observado que las personas obesas o con diabetes generalmente no tienen un buen nivel de energía física y se les dificulta hacer ejercicios simplemente porque generalmente se siente cansados, o sea, faltos de energía.  La falta de energía es también resultado del “metabolismo lento” por lo cual encuentro mucho más lógico el ayudar a una persona a recuperar el metabolismo y su nivel de energía óptimo para luego pedirle que haga ejercicios.  Tratar de que alguien obeso o con una diabetes descontrolada vaya a hacer ejercicios 3 o 4 veces por semanas cuando que está sintiéndose débil y sin energía no es realista.

En realidad he estado tan ocupado desde el 1998 en que se fundó el sistema NaturalSlim ayudando a las personas a vencer su “metabolismo lento” que no me sobra tiempo para controversias teóricas.  No estoy en contra de nadie ni de ningún profesional de la salud.  Sólo estoy a favor de los que como yo por demasiados años no encontraron resultados en las teorías tradicionales ni en “hacer dietas” tradicionales. Durante los últimos años hemos podido compartir con cientos de distinguidos médicos y nutricionistas (llamados “nutriólogos” en los países de Latinoamérica) para comunicarles lo que nuestra práctica con más de 50,000 personas obesas, muchos de ellos diabéticos, nos demostró que producía mejorías en el metabolismo y la salud.

He encontrado que invariablemente los médicos y nutricionistas son personas buenas y bien intencionadas que estudiaron medicina o nutrición con el deseo ferviente de ayudar a los pacientes.  Muchos de ellos con los que a través de los años he hablado viven decepcionados con los resultados que obtienen en sus pacientes con los sistemas de nutrición a base de “contar calorías”. Inclusive algunos médicos y nutricionistas/dietistas estuvieron recibiendo nuestra ayuda como miembros del sistema NaturalSlim porque personalmente padecían de sobrepeso o diabetes y se enteraron por algunos de sus pacientes de que existía nuestra ayuda para mejorar el metabolismo.  En estos más de 100 casos de médicos o nutricionistas de profesión que personalmente experimentaban los efectos de lo que llamamos un “metabolismo lento” vinieron a nosotros buscando ayuda aunque naturalmente llenos de desconfianza porque nosotros no somos nutricionistas ni trabajamos con dietas de contar calorías.  Al aceptar nuestra ayuda algunos de estos profesionales de la salud nos pidieron que no reveláramos su profesión por temor a ser ridiculizados por los otros miembros del sistema NaturalSlim o inclusive sancionados por sus propias asociaciones profesionales o sus grupos de colegiación. Nosotros no hemos estado nunca interesados en “probar que estaban equivocados” ni como médicos ni como nutricionistas porque sabemos que la crítica no produce buenas relaciones ni compresión ni aunque sea la llamada “crítica constructiva”.  Entendíamos que si a estos nobles profesionales de la salud, médicos y nutricionistas/dietistas se les había educado con algunos conocimientos defectuosos como las “dietas a base de calorías” pues ciertamente no era su culpa.  Sabíamos por experiencia que las dietas de contar calorías funcionarían para algunos de sus pacientes/clientes pero que para otros que padecían de “metabolismo lento” en poco tiempo sufrirían de un “rebote” (aumento de peso) característico de los que “bajan de peso” sin reparar el metabolismo del cuerpo.

La experiencia trabajando con el metabolismo nos ha demostrado que casi cualquier dieta que restringa el consumo de los alimentos puede lograr que el cuerpo de una persona “baje de peso” pero que invariablemente si sufre de “metabolismo lento” la persona gradualmente volverá no sólo a ganar el peso perdido sino que habrá ganado más peso que lo que perdió en su dieta en lo que se ha llamado “un rebote de peso” causado por su metabolismo deficiente.  Las dietas de contar calorías pueden funcionar en algunos de los casos donde la persona no padece de “metabolismo lento” y una simple reducción el consumo de grasas y sal le hacen adelgazar.  Pero hemos visto que en la gran mayoría de las personas las dietas de contar calorías no pueden producir resultados permanentes cuando no se trata la causa principal de la obesidad que es el “metabolismo lento” y el cuerpo por problemas en la selección de alimentos, tiroides, digestión, hidratación, estrés o mala calidad de sueño simplemente no logra sostener un peso ni  un nivel de energía saludable.  Para colmo hemos descubierto que “todos no somos iguales” ya que lo que a unos nos hace adelgazar a otros nos engorda debido a factores hereditarios que afectan el sistema nervioso y hormonal.

Prácticamente todos los textos y diccionarios de medicina definen a la diabetes como un “desorden metabólico” pero curiosamente ninguna de las profesiones que tiene a su cargo ayudar a los diabéticos hace un intento por definir, explicar o por mejorar el metabolismo.  Cuando no se trata la causa principal de la obesidad y del descontrol en la diabetes, que es un tema relacionado al “metabolismo lento” o a lo mismo que decir un “desorden metabólico”, no se pueden obtener resultados permanentes.  Es por eso que las dietas de contar calorías aunque a veces dan resultados a un grupo de personas a muchas otras luego les harían “rebotar” y volver a ganar el peso perdido.  Podría entonces haber para estos médicos y nutricionistas unos pacientes con buenos resultados (los que mejoran “reduciendo y contando calorías porque no padecen de metabolismo lento) y los que no lograban resultados y se les decepcionaban a los cuales ellos clasificarían como “pacientes indisciplinados que no siguen instrucciones”.

De todas maneras es muy difícil para un profesional de la salud contemplar la posibilidad, después de haber practicado su especialidad por muchísimos años y de haber sido reconocido por sus compañeros de profesión, de que la idea principal o paradigma[6] que rige su profesión pudiera no ser tan cierta.  Siempre van a existir algunos que “preferirían morir” antes de admitir que puede existir algún otro paradigma o tecnología (como el metabolismo) que produzca los resultados que a ellos se les hace imposible producir.  Todos nosotros tenemos una necesidad de “estar en lo correcto”, algunos más que otros.   No obstante, como decimos en mi sitio de videos educacionales MetabolismoTV.com (www.MetabolismoTV.com) “La Verdad Siempre Triunfa”.  Para controlar la diabetes hay que primero lograr controlar el metabolismo.

Al final lo único que cuenta es si la persona con diabetes logró o no controlar su diabetes o si la diabetes terminó controlándolo a él o a ella.  El libro Diabetes Sin Problemas es una invitación a observar un enfoque distinto que enseña un sistema de control de la diabetes basado en la tecnología del metabolismo que hemos desarrollado por más de 15 años. Lo que sea que hemos estado tratando hasta ahora como recomendaciones de dieta para controlar la diabetes ha estado permitiendo que cada día se causen demasiadas pérdidas de la vista, daños a los riñones, ataques al corazón y amputaciones por falta de un buen control de la diabetes.  Invito a los diabéticos y a sus seres queridos que le ayudan a observar un nivel de control más productivo con la ayuda y aprobación de su médico cualificado.

 


[1] Física: Es la ciencia  que estudia las propiedades y el comportamiento de la energía y de la materia.

[2] Ciencia física: es la ciencia natural que estudia las propiedades y el comportamiento de la energía y de la materia, así como al tiempo, el espacio y las interacciones de estos cuatro conceptos entre sí. La palabra “física” viene del griego physica “naturaleza” por lo cual estudia las características de la material que componen la naturaleza.

[3] Biología: Ciencia cuyo nombre proviene del griego bíos, que quiere decir “vida”, es la ciencia que estudia los seres vivos. Se ocupa tanto de la descripción de las características y los comportamientos de los organismos individuales como de las especies en su conjunto, así como de la reproducción de los seres vivos y de las interacciones entre ellos y el entorno.

[4] Grado centígrado: Es una medida de calor también llamada “grado Celsius” en honor a Anders Celsius quien ayudó a construir la escala de temperaturas que usamos en los termómetros.  Por el ejemplo, la temperatura normal del cuerpo humano es de 37°C

[5] Gluten: El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo (la fuente de pan, harina, galletas, pizza, empanados) y en la semilla de muchos cereales. La palabra “gluten” viene del Latín gluten, “pega” (“glue” en inglés).  Algunas personas son alérgicas o intolerantes al gluten que les causa inflamación o daños en el intestino en lo que llaman “enfermedad celiaca”.

[6] Paradigma: Un paradigma es una idea o grupo de acuerdos entre los miembros de una profesión o grupo de investigadores que se usa como explicación a cierto número de fenómenos. Por ejemplo, el paradigma hace muchos años era que todo el colesterol era malo.  Esto fue así hasta que se descubrió que existe un tipo de colesterol que es “malo” porque tiene el potencial de hacer daño en las arterias (colesterol de baja densidad LDL) y otro tipo de colesterol que es “bueno” (colesterol de alta densidad HDL) que inclusive ayuda a proteger al cuerpo del cáncer.